Estamos enseñando a ganar, cuando deberíamos enseñar a perder. Porque sencillamente ocurre más. Yo corrí 11 Tours y gane uno. El deportista a lo que está acostumbrado es a la derrota.
Estamos creando una sociedad de iconos victoriosos y nos olvidamos de la cantidad de trabajo y derrotas que son necesarios para lograr una sola victoria.
La de veces que antes de ser primero, he sido Segundo, tercero, último o he abandonado.
Ganas siempre es el objetivo, pero no es lo que define al deportista, lo que lo define es todo el trabajo que hace para intentar estar ahí y ganar. Lo logre o no.
Cuando yo era Segundo o tercero en un tour se vivía como un auténtico éxito. Ahora eres Segundo y te dicen que eres el primer perdedor.
Me da pena que estemos creando una sociedad tan competitiva que solo vale ser el número 1.
Que grandísima reflexión y cuánto tenemos que aprender de ella, no solo por nosotros sino por lo que les inculcamos a nuestros peques.
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